La carne pegada al esqueleto
bajo el sol otea el buitre;
como una mosca gigantesca
haciendo sombra, danza
siempre a tiempo. El instinto
o la devoción al desperdicio
lo hacen pulir los huesos
hasta convertirlos en cuchillos.
Carnicero de ala y garra,
gato de mal agüero
en la azotea del cielo.